lunes, 21 de octubre de 2013

Reseña de Marrakech

Todo el mundo sabe lo que es un mercado. Se podría definir como aquel lugar en el que se venden en diferentes puestos multitudes de productos para satisfacer nuestras necesidades, desde las más básicas a las más caprichosas y absurdas. El dinero se mueve de mano en mano, incluso puede desapareceros del bolsillo antes de que tengáis tiempo a siquiera usarlo. Otra de las cosas que caracteriza sin duda alguna a un mercado es la competencia. No hay una sola tienda que venda los mismos productos, sino que hay muchas, y hay ocasiones que se colocan una al lado de la otra, no sé si con el objetivo de provocar o qué... Lo que si tengo claro es que poco les faltarán a estos casos para que se líen a tiros entre ellas...

Si nos vamos a Marruecos será bien seguro que habrá muchos puestos de venta en los que se venderán alfombras. Si, alfombras, esas cosas "peludas" que se ponen en el suelo para decorar. Y también la que utiliza "Aladín", sólo que esta es mágica y sabe volar. ¡Menuda suerte! Lo que haría yo con una alfombra así.

Total, que con Marrakech pasaréis a ser vendedores de alfombras. El inconveniente es que la competencia, o sea, el resto de jugadores, os lo pondrán difícil.



Marrakech es un juego bonito visualmente y atractivo por sus alfombras de tela, aparte de tener un material decente. En él vosotros tendréis que hacer hundir el negocio del resto de jugadores, haciendo que vuestras alfombras sean las más visibles en todo el mercado, además de intentar sablear el dinero del resto. Con unas reglas sencillas y un pequeño toque estratégico y de suerte, Marrakech es un juego que, a nivel personal, me ha enganchado.


*Podéis ver la reseña aquí: "Marrakech".

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