lunes, 22 de diciembre de 2014

Reseña de Labyro

Cuenta la leyenda, que Minos, hijo de Europa y Zeus y, por lo tanto, soberano de la isla de Creta, recibió un presente de Poseidón, dios del mar y hermano de Zeus. El regalo era un hermoso toro blanco. Poseidón tenía en mente que Minos sacrificara al animal en su nombre, pero éste decidió sacrificar otro toro y quedarse con el blanco. Poseidón, con toda su rabia desbordada, hechizó a la esposa de Minos, Pasífae, de tal manera que esta tuvo una necesidad descontrolada de mantener relaciones sexuales con el toro (sí, desde luego la mitología es un poco rara a veces...). Así pues, la mujer acudió al inventor griego Dédalo para que le construyera una estructura con forma de vaca para lograr tal objetivo.

De esta unión surgió el minotauro. Minos, al ver que su mujer mantuvo relaciones con tal animal, mandó a Dédalo que construyera un laberinto, en el cual viviría la criatura ahí encerrada. No obstante, Minos y su esposa tuvieron otros hijos: Adriadna, Fedra y Androgeo. Éste último fue asesinado por los atenienses, por lo que Minos les declaró la guerra, de la cual salió victorioso. Como castigo por la osadía de Atenas, ésta tenía que mandar cada nueve años a siete varones y siete mujeres para que fueran sacrificados por el minotauro del laberinto.

Entonces apareció Teseo, hijo del rey ateniense, que decidió matar voluntariamente a la bestia. Cuando llegó a Creta, Adriadna, la hija de Minos y Pasífae, se enamoró de él y decidió ayudarle otorgándole una espada mágica, con la cual derrotaría a la criatura, y un pabilo, con el que iría marcando el camino a medida que fuera recorriendo los pasillos del laberinto.


¿Sois capaces de adentraros en el laberinto del minotauro y llegar a su corazón con "Labyro"?






El 13 y 14 de Diciembre del 2014 se celebraron en Barcelona las DAU 2014, la tercera edición del programa, un evento en el que se conglomeraron un montón de editoriales de juegos de mesa, desde las más conocidas hasta las más nuevas que acudieron para darse a conocer: Devir, Edge, Morapiaf, Educa, Cayro... También hicieron acto de presencia autores de juegos, como es el "Cargolino Valentino, "Guerra de Mitos"... El objetivo no era otro que ir a conocer los juegos que cada editorial y autor ponía a disposición de todo el público presente, el cual fue enorme en comparación con las dos ediciones anteriores.

Hoy os traigo un juego realizado por una editorial de un chico llamado "Ramiro", que se encarga de realizar labores artesanales de juegos de mesa, como el que habéis visto en la imagen anterior. Más concretamente, este juego se le denomina "Labyro" y se basa en la mito griego de "El laberinto del minotauro". El juego tiene una apariencia muy bonita y detallada, y a pesar de ser de madera, no pesa absolutamente nada. A mí personalmente me encantó, aunque su precio puede ser algo disparado (unos 50 euros aproximados), pero entendámoslo... lo artesanal todo es así, pero al menos se aprecia el amor que el autor bien seguro que le pone a su trabajo. Podéis consultar la web de Ramiro aquí:






*El tablero, el laberinto

El tablero llama mucho la atención por su especial diseño. Lo primero en lo que tenéis que fijaros es en que dispone de varios niveles, secciones o anillos.





Cada una de éstas tiene agujeros, que representan las casillas por donde se moverán vuestros respectivos peones. En la siguiente imagen apreciaréis cuatro pones marcados con círculo rojo. Cada uno representa un jugador. Podéis jugar de 2 a 7 jugadores (en honor a los siete chicos y siete chicas que cada nueve años Atenas manda al minotauro como sacrificio, según el propio mito).





Tenéis el objetivo de alcanzar el centro del tablero (la casilla central). El primero que lo consiga, será ganador. El problema está en que justo en dicho centro hay un minotauro que intentará evitar que os acerquéis... Explicaré el funcionamiento de éste más adelante.








*Preparando el laberinto

En primer lugar separad todas las piezas por tamaños y haced montones boca abajo. Pensad que para el anillo exterior (número 5) y la ubicación del minotauro (número 1) no hay piezas.






Después, para cada anillo coged piezas del tamaño adecuado aleatoriamente y colocadlas al tuntún hasta completarlos. La única regla que hay aquí importante es que desde el anillo interior (número 2) debe haber conexión con la casilla del minotauro, es decir, un camino trazado. 




Las piezas que os hayan sobrado dejadlas apiladas boca abajo por tamaños. 

Por último, elegid un peón y situarlo en una de las casillas de salida del anillo exterior (número 5). Las casillas de salida son aquellas que tienen un punto dibujado en su interior. Situad, también, el minotauro en su lugar, la casilla central de todo el laberinto. 






*Escapando del minotauro

Las reglas del juego son realmente simples. Jugáis por turnos y siguiendo el sentido horario de las agujas del reloj. En cada uno de los turnos el jugador activo (el que tiene el turno) tiene que mover su peón obligatoriamente y lanzar el dado

-Mover: desplaza el peón a una casilla adyacente. Fijaros que todas están conectadas por líneas. No tenéis más que seguirlas. Si la casilla a la que se va a mover está ya ocupada por otro peón a éste lo salta y pasa a la siguiente. Si ésta última también está ocupada debe elegir otra ruta por narices y, si ésto no es posible, se queda donde está. 

-Lanzar el dado (una sola vez): puede lanzarlo el jugador activo o hacer que otro jugador lo tire por él. Quien lo haya lanzado finalmente debe aplicar el efecto pertinente: 







1: mueve el peón una casilla extra.

2: Lo explico con ejemplos. Si estáis en la casilla izquierda de una pieza del anillo exterior, podéis moveros a la casilla izquierda de cualquier otra pieza del mismo anillo, si está libre (sino no es posible realizar el movimiento). Si estáis en la de la derecha, podéis moveros a la casilla derecha de cualquier otra pieza del mismo anillo, si está libre. Lo mismo sucedería con la central. Se trata, pues, de moverse a una casilla respectiva de cualquier pieza dentro del mismo anillo.

3: retira una pieza del tablero que no contenga peones (jugadores o el minotauro) y substitúyela por otro del mismo tamaño. La pieza retirada se coloca debajo del montón, boca abajo. 

4: gira el anillo en el que se encuentre el peón de quien haya lanzado el dado un cuarto de vuelta en el sentido deseado.

5: mueve el minotauro hasta dos casillas (siguiendo las que están conectadas, claro está) o bien gira el anillo en el que éste se encuentre un cuarto de vuelta en el sentido deseado. Cuando el minotauro se encuentre a una casilla adyacente y conectada a la de un jugador, éste debe comenzar desde cualquier casilla inicial. Se da a entender que la criatura le ha eliminado. 





*La salida del laberinto

Gana el jugador que ha logrado alcanzar el centro del laberinto




*Conclusión

"Labyro" es uno de esos juegos catalogados como abstractos. Es muy sencillo de jugar y de aprender, no supone complejidad alguna. El hecho de que sea artesanal le da mucho más encanto. Para ser de madera, pesa relativamente poco, pudiendo ser transportado a cualquier lugar. Un detalle que yo le añadiría sería colorear los caminos del laberinto, para que se distingan mejor; al fin y al cabo, se ven muchas líneas en el tablero, incluyendo las separaciones entre anillos. Puede llegar a causar confusiones.

La idea que os ofrece "Labyro"  es la de un juego que no suponga problemas jugarlo y se aprenda en cuestión de minutos. No estáis ante un juego en el que haya que pensar, sino más bien observar; identificar la ruta para llegar al centro del laberinto es lo prioritario, pero también tenéis que tener en cuenta que el dado hará cambiar las fichas de los anillos (para bien o para mal), que cambiéis de posiciones y, lo más divertido, que el minotauro se mueva. No os podéis imaginar lo frustrante que llega a ser estar cerca de la casilla central y que justamente alguien te mande el minotauro para eliminarte. A ésto hay que sumarle que, obviamente, hay que andar evitándolo a toda costa.

Más detalles de observación es fijarse en las posiciones de los jugadores para saltarles y ahorraros casillas, o bien colocarse dos juntos para provocar que el jugador activo deba cambiar de dirección obligatoriamente.. Son pequeñas artimañas que os pueden resultar útiles.

No es un juego que se deba sobreexplotar porque lo acabaréis aborreciendo sin duda alguna. Además, las partidas pueden llegar a alargarse bastante, a pesar de que los turnos son cortos y rápidos. Mientras más jugadores seáis, más contribuiréis a que la partida dure más. Esta ideado para sacarlo a luz alguna que otra vez y cuando no os apetezca pensar. Una idea aportada por el creador es la de jugar por parejas, de tal forma que se juegue de forma semi-cooperativa. Así el primero de los miembros de una pareja que alcance el centro del laberinto dará la victoria también a su compañero.

El inconveniente (no todo puede ser perfecto) es el precio, el cual ronda por los 50 euros. Nadie negará que es caro, pero para los amantes del coleccionismo artesanal hará las delicias con toda seguridad. Estéticamente, para mí gusto, no es nada feo...




¡Escapad del minotauro, corred por vuestras vidas!

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