lunes, 30 de enero de 2017

Reseña de "¡Toma 6!"

¡Khyndrak os muestra "¡Toma 6!"!


--> Tipo de juego: Juego de cartas. 
--> Objetivo: ser el jugador en conseguir el mínimo número posible de puntos. 
--> Jugadores: desde 2 hasta 10. 
--> Tiempo de juego: unos 45 minutos jugándolo hasta que alguien alcance 66 puntos.
--> Edad recomendada: A partir de 8 años
-->Editorial: Mercurio distribuciones (en España)
-->Autor: Wolfgang Kramer
-->Ilustrador: Franz Vhonwinkel






* Descubriendo las cartas. 

         "¡Toma 6" se compone de 104 cartas numeradas del 1 al 104, por lo que de cada número hay solamente una. Todas tienen una o varias cabezas de buey dibujadas, que representan los puntos negativos que la carta en concreto aportará cuando la partida finalice. Por ejemplo, si una carta tiene dos cabezas de buey dibujadas otorgará dos puntos negativos.







* Preparando los bueyes


        Cada jugador recibe 10 cartas del montón de juego. No debéis enseñarlas al resto de jugadores. A continuación colocad 4 cartas sobre la superficie de juego, una encima de la otra, como si formaran una columna; representan así el principio de 4 filas de números.






* Evitando los bueyes



        "¡Toma 6!" es muy sencillo de jugar. Una partida se compone de 10 rondas. En cada ronda tendréis que jugar, al mismo tiempo, una carta colocándola boca abajo delante vuestro. Cuando estéis listos todos, también al unísono le dais la vuelta a vuestra respectiva carta. Ahora es el momento de colocarlas en una de las 4 filas comenzando por la menor hasta la mayor y siguiendo las normas siguientes:



1- Orden ascendente


Las cartas jugadas deben ponerse en las filas siguiendo un orden ascendente (de menor a mayor), nunca descendente. 




2- Menor diferencia


      Si es posible colocar la carta en más de una fila hay que mirar en cuál de ellas hay menor diferencia entre la carta que se va a poner y la  última que ya hay situada en la fila. 




--> Ejemplo:


En la imagen siguiente podéis apreciar los números 53, 39, 92, y 95.






       En primer lugar colocaría su carta el jugador que tiene el número 39, ya que es la más baja. Siguiendo la regla del "Orden ascendente" tendrá que situarla en la cuarta fila, contando desde arriba. En el resto de filas no sería posible porque el orden sería descendente.






      A continuación pondría su carta el jugador con el número 53. Puede ponerla en la fila del 48 o en la del 39 no obstante la regla de la "Menor diferencia" obliga a situarla al lado del 48. ¿Por qué? En la segunda fila la diferencia entre el 48 y el 53 es de 5, y en la cuarta entre el 39 y el 53 es de 14. La menor diferencia se cumple, por lo tanto, en la segunda fila contando desde arriba.






     Ahora le tocaría al jugador que tiene la carta número 92. En la primera fila no cumple la regla del "Orden ascendente". De las otras podría colocarla en cualquiera de ellas, pero hay que respetar la regla de la "Menor diferencia, así que se coloca al lado del 71.





     Para terminar es el turno de quien tiene el número 95. No tiene complicación alguna a estas alturas, ¿no? Se coloca al lado de aquella con quien comparte la menor diferencia, es decir, al lado del 92. Los motivos los conocéis de sobras seguro si habéis entendido todo lo explicado antes.






3- Fila llena


       Una fila se considera llena cuando tiene cinco cartas. En el momento en el que alguien vaya a colocar la sexta carta en una fila llena el jugador correspondiente hará acopio de las cinco cartas de dicha fila y la que iba a colocar pasa a ser la primera de la nueva fila, es decir, la carta del jugador sustituye a las otras cinco. Las cartas que el jugador ha cogido se las queda; son puntos negativos al final de la partida.




4- La carta más baja


       Si alguien juega una carta que es de un valor tan pequeño que es imposible de colocar en ninguna fila aplicando las reglas anteriormente descritas deberá proceder de la siguiente manera: escoge una fila, se "chupa" todas las cartas que haya en ella y la que él iba a jugar pasa a sustituir a las que había. Por lo tanto, lo ideal en este caso es, obviamente, elegir aquella fila que menos puntos negativos (bueyes) tenga.




--> Ejemplo:


       Tenéis este ejemplo ante vosotros. Los cuatro jugadores han jugado los números 6, 78, 82  93. La situación en la que se encuentra la partida es la que podéis apreciar en la segunda imagen.







     El primer jugador en poner su carta en una fila es el que jugó el número 6. Como podéis ver no puede colocar su carta en ninguna de las filas ya que es demasiado baja. El jugador debe escoger una de las cuatro, quedarse con todas las cartas que haya en ella y colocar en su lugar la que iba a jugar, formando así una fila nueva. Comparad esta imagen con la anterior y veréis que ha decidido "comerse" la cuarta fila, que tenía solamente una carta: la del número 32. Es la que menos puntos negativos tenía.





      El siguiente en poner su carta es quien jugó la del número 78. No tiene complicación alguna, tiene dos filas donde poder colocarla, que son la segunda y la cuarta, pero con la que posee la menor diferencia es con la segunda, así que allí va a parar.
   





     A continuación quien jugó el número 82 pone su carta en la misma fila por cumplirse exactamente la misma situación que en el caso anterior. 






     Y para finalizar el que usó la del número 93 le toca apechugar: debe colocar su carta, también por las mismas razones, en la segunda fila. Dicha fila está llena con cinco cartas, por lo que se cumple la regla de "Fila llena". Así pues, debe "comerse" las cinco cartas que hay en ella y colocar la suya sustituyéndolas y formando así una fila nueva. Comparad esta imagen con la anterior para entender qué ha pasado.  





* El fin de los bueyes

       Una partida real a "¡Toma 6" termina cuando un jugador consigue 66 bueyes. Ya os podéis imaginar que es necesario realizar más de una partida para poder alcanzar semejante cantidad de puntos negativos. Contad la cantidad de bueyes que habéis logrado acaparar durante la actual partida, apuntadlo en un papel, devolved todas las cartas al mazo y preparad una nueva partida. Una vez alguien alcance a tener 66 bueyes el ganador es quien menos tenga.



* Conclusión

      "¡Toma 6!" es de esos pequeños juegos de cartas que se salen fuera de lo habitual. Rápido de montar, capaz de reunir a muchos jugadores en torno a una mesa (cuantos más seáis mejor por tal de disfrutarlo), fácil de aprender y de jugar y además, si os gusta, adictivo hasta la saciedad. Las partidas no se hacen pesadas, todos jugáis al mismo tiempo y no es necesario esperar a que os lleguen turnos ni nada por el estilo.  Y si llegar hasta los 66 bueyes se os hace algo pesado porque creéis que es alargar demasiado el juego, pues ya sabéis, con jugar una sencilla partida sin anotar puntos es suficiente. 

     Desde mi punto de vista poco puedo hablar mal de este juego. Quizás el punto negativo que tiene es que no se pueda disfrutar del todo jugando con dos o tres jugadores y que requiera un mínimo de cuatro puede llegar a ser un requisito algo exigente para un "filler".

    A efectos estratégicos, bueno, ya habéis visto de que va la cosa: de intentar jugar en cada ronda la carta que más se acople a vuestra situación. A veces es bueno jugar una carta con un número muy bajo para "comeros" adrede una fila de cartas que contenga pocos bueyes y así haber solventado una situación que teníais complicada. Otras es útil lanzar una carta muy elevada para ser así el último jugador y evitar, en cierta manera, "comer" cartas, ya que todos habrán jugado las suyas antes y con toda probabilidad alguna fila habrá quedado vacía. Otras tantas es bueno quedarse en un punto central, ni ser el último ni el primero en jugar. Todo esto es fácil de intuir viendo vuestras propias cartas y actuaréis en consecuencia, pero el problema radica cuando los demás os joden toda la estrategia pensada. Podéis más o menos haceros una idea de qué jugaran ellos, aunque nunca lo sabréis con exactitud. Y es aquí donde "¡Toma 6!" presenta su gran plato. 

    En caso de que deseéis una partida más estratégica, de darle al coco y en la cual haya que recurrir a la memoria, las variantes que tiene el juego os ayudarán a alcanzar tal propósito. En ellas sabréis con qué cartas jugáis y no iréis a ciegas, de tal forma que podréis saber con más exactitud aún qué carta utilizar en cada ronda de la partida. En el modo normal de juego se reparten 10 cartas a cada jugador de entre las 104 que hay. En las variantes, en una de ellas, por ejemplo, se reparten "X" cartas sí o sí y se sabe que esos números son los que jugarán, retirando el resto de la partida. 

   Concluyendo, un pequeño pero gran juego que aconsejo que tengáis en vuestras ludotecas, sobre todo si sois un grupo grande de jugadores, es cuando más se disfruta. 



* ¡Juega, diviértete, pero sobre todo evita a los bueyes!

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