lunes, 27 de febrero de 2017

Reseña de "Continental express"

¡Khyndrak os muestra "Continental Express"!


--> Tipo de juego: cartas, filler.
--> Objetivo: conseguir el máximo número posible de puntos adquiriendo cartas objetivo. Si dichas cartas complementan a la carta de contrato que hayáis escogido durante la preparación de la partida conseguís puntos adicionales.

--> Jugadores: de 2 a 4.
--> Tiempo de juego: 20-30 minutos.
--> Edad recomendada: a partir de 6 años.
--> Editorial: Asmodee
--> Autor: Charles Chevallier
-->Ilustrador: Gaël Lannurien




* La cosa va de trenes.


El juego dispone de 82 cartas pequeñas. La imagen siguiente muestra el reverso de todas ellas.





        De estas 82 cartas 58 son cartas de vagones. Hallaréis dentro de este grupo cinco tipos diferentes de vagones. El número que aparece en la esquina inferior derecha de una carta indica cuántas cartas iguales hay en el mazo.







        De las 82 cartas pequeñas hay 10 de personaje. Cuando un jugador escoge durante la partida un personaje debe aplicar su función inmediatamente en caso de que quiera aplicarla, es decir, que no puede guardarse la carta de personaje para usarla más adelante. Si quiere utilizarse debe de ser en el momento en el que es escogida.







      Seguimos con las 82 cartas pequeñas: De ellas 12 son billetes. Su función la explicaré con detalle más adelante.




      Y para terminar, entre las 82 cartas pequeñas hay 2 eventos. Cuando un evento hace acto de presencia debe resolverse inmediatamente sin necesidad de que un jugador lo escoja durante su turno. Veréis más detalles más adelante.





     
        En el juego hallaréis también 30 cartas grandes. De ellas 20 son cartas de objetivo. Estas son las que os aportarán puntos al final de la partida. Para obtener una no tenéis más que haber conseguido con anterioridad las cartas de vagones que indique la carta que deseáis.







El reverso de las cartas de objetivo es el que muestra la imagen siguiente.






       Por consiguiente, de las 30 cartas grandes 10 son cartas de contrato. Estas aportan puntuación extra al final de la partida si se cumple lo que demandan.








 El reverso de las cartas de contrato es el que muestra la imagen siguiente.






      Y para finalizar el juego dispone de 20 fichas de compañía. Básicamente son utilizadas para conseguir puntuación extra al final de la partida cumpliendo los requisitos de la carta de contrato que tengáis. Dicho de otra forma son como cartas de objetivo. Se obtienen utilizando al personaje "El director".






* Preparando vuestra estación de trenes.

1- Cada uno de vosotros debe de recibir dos cartas de contrato. De estas elegís una, la cual ponéis boca abajo delante de vosotros, y la otra la devolvéis a la caja sin mostrarla al resto de jugadores.

2- Haced un montón con las fichas de compañía.

3- Cread tres mazos equitativos con las 82 cartas pequeñas. Una vez los tengáis ponedlos boca abajo formando una columna. Del primer mazo extraed tres cartas, colocándolas boca arriba y formando así una fila. Haced lo mismo con el segundo y el tercero.

4- Con las 20 cartas de objetivo formad un único mazo y colocadlo debajo de los tres anteriores, siguiendo la columna. De este extraed tres cartas, colocándolas boca arriba y creando así una cuarta fila.


Esta imagen muestra un ejemplo de preparación de partida para tres jugadores.







* Cumpliendo los contratos. 

        Comienza el jugador más joven y seguís jugando en sentido horario. Lo que debéis hacer obligatoriamente en vuestro turno es adquirir una de las nueve cartas que hay disponibles en la zona de juego; las de la columna derecha son gratis, las de la central cuestan un billete y las de la izquierda cuestan dos billetes. Ala, ya sabéis para qué se utilizan los billetes; los que hayáis utilizado son descartados.





      Si la carta seleccionada es una carta de vagón o un billete tendréis que colocarla delante vuestra boca arriba, de tal forma que el resto de jugadores puedan verla (la única carta que permanece oculta a la vista de los demás es la carta de contrato que hayáis elegido durante la preparación de la partida). Si la carta elegida es una carta de personaje tendréis que aplicar su función, si queréis, inmediatamente, no podéis guardarla para un turno futuro.


       Una vez hayáis cogido una carta debéis rellenar el espacio que ha quedado en blanco en la fila correspondiente; corred hacia la derecha las cartas que quedan en dicha fila y extraed una nueva carta del mazo pertinente, rellenando el hueco que habéis dejado en la columna de la izquierda al correr las cartas hacia la derecha.







      Al rellenar el espacio en blanco si aparece una carta de evento resolved sus efectos inmediatamente antes de proseguir con la partida.

     Tras haber escogido una de las nueve cartas que había disponibles en la zona de juego podéis pasar el turno al siguiente jugador o bien reclamar una carta de objetivo. Para obtener una de estas tenéis que tener las cartas de vagones que la propia carta indique.





     Las cartas de vagones utilizadas para reclamar la carta de objetivo se descartan. El espacio que ha quedado en blanco en la fila de cartas de objetivo hay que rellenarlo con una nueva carta del mazo correspondiente, sin necesidad de desplazar las que ya hay en la fila hacia la derecha (no sirve de nada en este caso).







* ¿Quién ha hecho el tren más largo?

          Cuando un jugador consiga su cuarta carta de objetivo marcará el fin de la partida. El resto de jugadores dispondréis de un último turno antes de que la partida finalice del todo.

         A raíz de aquí tenéis que contar los puntos que os otorguen cada una de las cartas de objetivo que hayáis conseguido a lo largo de la partida. Por consiguiente, debéis añadir también la puntuación extra obtenida por cumplir (si es el caso) las condiciones de la carta de contrato que elegisteis durante la preparación de la partida.









* Conclusión

             Continental express es de esos juegos que uno podría acabar comprando para darse un capricho o para hacer un regalo a alguien por su bonito diseño (la caja es de lata como la de los juegos “Time Line”). Como filler cumple toda expectativa: juego sencillo, fácil y rápido de aprender, con partidas cortas y una mecánica ligera, si bien hay turnos en los que hay que analizar un poco la situación antes de actuar.
       
              La mecánica se basa en coger las cartas de vagón necesarias para poder gastarlas en obtener las codiciadas cartas de objetivo, que a fin de cuentas son las que puntúan al final de la partida. Además, deberíais intentar que las cartas de objetivo que adquiráis sean las necesarias para poder obtener puntuación adicional por cumplir las condiciones de la carta de contrato elegida durante la preparación de la partida. El juego está enfocado, entonces, a conseguir aquellas cartas que os interesen, ni más ni menos. No obstante, si os hacéis una idea de lo que persiguen vuestros rivales o sabéis a ciencia cierta qué es lo que desean siempre podéis fastidiarles cogiéndoles las cartas de vagón que les hagan falta. Además, si dichas cartas de vagón son útiles para vosotros mismos, mejor que mejor, les puteáis y encima salís ganando.

           De todas maneras pienso que lo mejor para joder al resto es adquirir las cartas de objetivo que ellos mismos quieren. Esto es fácil de saber, ya que cuando cogen las cartas de vagón quedan delante de ellos boca arriba, de tal forma que están visibles para los demás. Así tendréis una idea sobre qué cartas de objetivo querrán conseguir, aunque por supuesto también pueden marcarse un farol y dedicarse a acumular cartas para arrasar en turnos futuros... No hay límite en cuanto a la cantidad de cartas de vagón que uno pueda tener, por lo que acumular cartas para luego conseguir una carta de objetivo en cada turno puede ser una estrategia a tener en cuenta.

         Los billetes son cartas realmente útiles. Os permiten adquirir cartas de vagón y de personaje antes de que alcancen la columna de la derecha, es decir, antes de que sean gratis. Esto va de perlas para agenciaros las cartas deseadas con el tiempo suficiente para evitar que vuestros rivales os las arrebaten. Por supuesto suponen perder el turno en el que las cogéis, pero son una inversión buena a corto plazo.

       El puteo en este juego también viene dado por las cartas de personaje. Si bien dos de ellos son útiles para uno mismo ("Director" e "Inversor") con el "Carterista" pocos billetes aconsejo acumular (los roba todos) y con el "Guardagujas" vigilad de no poseer cartas codiciadas por vuestros rivales, ya que las intercambia (solo una, pero lo justo para salir beneficiado uno y jodido el otro). Las cartas de personaje son carne de cañón nada más salir y habría que evitar a toda costa que los rivales las consigan. No obstante, con los billetes se solventa esto (otro motivo del porqué son útiles), pudiendo conseguirlas nada más aparecer y sin necesidad de que se vuelvan gratuitas.

      Y para terminar hablar un poco sobre las dos cartas de evento que hay. La de "incendio en la estación" a veces puede ser útil y otras joderá cosa mala: lo primero porque puede pasar que el juego esté bloqueado al no aparecer las cartas de vagón que necesitáis para adquirir las cartas de objetivo deseadas (rara vez pasa, pero nos ha sucedido). En este caso ayuda a desbloquearlo y a agilizar la partida. Lo segundo porque puede llevarse por delante toda clase de cartas útiles (billetes y cartas de personajes, las más importantes). Esto puede ser una ayuda para algunos y para otros un fastidio enorme. Y la de "Descarrilamiento de tren" pues puede ser al mismo tiempo un beneficio para unos como una putada para otros, ya que hace cambiar todas las cartas de objetivo que hay disponibles para conseguir.


      Desde mi punto de vista "Continental Express" no es uno de esos juegos imprescindibles en una ludoteca. Tampoco es malo, ofrece la estrategia y diversión justa para pasar un rato divertido. Ahora bien, no veo que aporte nada diferente de lo visto en otros títulos, aparte de una presentación la mar de bonita y agradable. Compradlo si no tenéis muchos "fillers" entre vuestras filas de juegos o si veis que la mecánica es de las que os encantan hasta el punto de explotarlo. A mí personalmente ni me va ni me viene, es entretenido pero tampoco me parece un pasote.



¡Haced el tren más largo que podáis!
     
         

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