sábado, 31 de marzo de 2018

Reseña de Kitty Paw

      Uno de los animales más comunes en nuestros hogares es el gato. Pequeños felinos que son la mar de independientes y de interesados al mismo tiempo, hacen caso cuando les da la santa gana. Aunque quizás lo más particular que tienen es que son muy impredecibles y, en la mayoría de los casos, no sabréis cómo van a actuar. 




   
     
       En Kitty Paw encontraréis 28 fichas de Gatito, cuatro de cada uno de los siete tipos que hay. Estas fichas muestran por un lado el gato panza abajo y en el otro el mismo animal panza arriba. Durante la preparación de una partida tendréis que situar en el centro del área de juego, y mezcladas a conciencia, tantas fichas de Gatito como jugadores seáis de cada uno de los tipos. Por ejemplo, si jugaseis tres personas tendríais que poner tres fichas de Gatito de cada clase.













         Las ocho cartas de escondite tendréis que situarlas, boca abajo y formando un círculo, alrededor de las fichas de Gatito que habéis situado en el centro del área de juego siguiendo las instrucciones anteriores.

Reverso de las Cartas de Escondite









       
       Cada jugador recibirá una carta de caja. Ya veréis para qué se utilizan más adelante. De momento sabed que pueden colocarse en horizontal o vertical, según convenga en la situación que se os dé. Hay un total de cuatro cartas de caja en el juego.







      Para finalizar, sabed que el juego contiene 48 cartas Kitty. Cada carta de estas os indica qué forma tendréis que representar con las fichas de Gatito del centro del área de juego. Kitty Paw es un juego de reflejos y destreza manual, así que prepararos para agudizar vuestra vista y velocidad con las manos.

       Las cartas Kitty se dividen en tres niveles. Durante la preparación de la partida formaréis un único mazo, boca abajo, de estas cartas compuesto de la siguiente manera: las cartas de nivel 3  (hay ocho y son rojas) estarán en la parte inferior; las de nivel 2 (hay 16), que escogeréis entre utilizar las verdes o las amarillas (las primeras son más fáciles de recrear que las segundas), estarán en el centro del mazo; las de nivel 1 (hay 24 y son azules) estarán todas en la parte superior. Por lo tanto, a medida que avance la partida irán apareciendo cartas Kitty más complicadas.

        Para comenzar la primera ronda lo único que debéis hacer es extraer cuatro cartas Kitty del mazo que acabáis de crear. Estas cartas deberán permanecer boca arriba y formarán una fila.



Reverso de las Cartas Kitty de nivel 1.




Reverso de las Cartas Kitty verdes de nivel 2.



Reverso de las Cartas Kitty amarillas de nivel 2.




Reverso de las Cartas Kitty de nivel 3.




Una partida preparada debería presentar una imagen más o menos como la que se muestra aquí.






   
         Kitty Paw es un juego de velocidad visual y manual, un party game en toda regla. Se juega de forma simultánea, todos jugaréis al unísono sin la presencia de turnos que gestionen cada una de las rondas. Básicamente se trata de que estiréis una mano al centro del área de juego, de tal forma que toque con las del resto de jugadores, y gritéis ¡Kitty Paw!. A partir de ese grito jugaréis por vuestra propia cuenta y de forma simultánea. Cada uno de vosotros debe hacer acopio de una de las cartas Kitty que haya a la vista. A continuación, se trata de que forméis la imagen que refleja la carta Kitty que cada uno habéis escogido siguiendo estas simples reglas:

- Debéis coger las fichas de gato de en una en una, es decir, cogeréis una que aparezca en la carta Kitty que hayáis escogido, la situaréis en vuestra área de juego tal y como os indique esta, y después podréis coger otra.

- En las cartas Kitty de nivel II y III podéis encontrar un gato escondido en una caja. Se trata de ir cogiendo, de en una en una y hasta dar con la buena, las cartas de escondite que hay boca abajo en el centro del área de juego formando un círculo. Una vez hallada la carta de escondite pertinente tendréis que colocarla tal y como os indique la carta Kitty escogida.

- En la carta Kitty que hayáis escogido veréis que aparece un gato impreso sobe la carta de caja. Pues bien, se trata de coger la ficha de gato que os indique vuestra carta Kitty y ponerla en vuestra carta de caja tal y como está en la propia carta. También tened presente la orientación de la carta de caja, mucho cuidado con esto; puede ser horizontal o vertical.

 
         Resumiendo, tenéis que hacer en vuestra área de juego una copia exacta de la carta Kitty que habéis escogido para esa ronda de juego.  



     El primer jugador que logre terminar la copia de su carta Kitty gritará ¡Miau! y hará el gesto del gato afortunado. Los demás jugadores también deben hacer este gesto y tienen, además, que chocar con dicho gesto la mano del jugador que ha gritado ¡Miau!. Dicho de otra manera, se trata de hacer un choque de manos pero con el gesto del gato afortunado. El último en chocar da la vuelta a su carta kitty y se la queda como puntos negativos. A continuación, se comprueba que el jugador que gritó ¡Miau! ha realizado bien la copia de su carta Kitty: si es así se la quedará, recibiendo los puntos positivos que esta indique; en caso contrario deberá voltear la carta y se la quedará como puntos negativos. El resto de jugadores no puntúan nada de nada.

 



* Fin de la partida

       Se siguen haciendo rondas hasta que un jugador haya puntuado cinco cartas Kitty como positivas o bien hasta que el mazo de dichas cartas se agote. El jugador con más puntos será el ganador de la partida. En caso de empate, los empatados pueden hacer una ronda extra para determinar quién será el ganador definitivo.




* Conclusión

      Debo confesar que Kitty Paw lo he probado bastante poco en comparación con otros títulos. Aún y así, puedo dar una opinión subjetiva del mismo que, como siempre, no está más basada que en mi propia experiencia personal. A mí Kitty Paw como juego no me convence. ¿Porqué? Bueno, la realidad, y siendo sinceros, es porque no se me da nada bien. Esto no implica que el juego sea una mierda ni nada por el estilo; es tan sencillo y fácil como que no me atrae su mecánica y se me da como el ojete. Los Party-Game son juegos que podéis odiar u os pueden enamorar; a mí hay muchos que me gustan, como el Jungle Speed o el Dobble, pero básicamente porque se me dan bien y los domino. Kitty Paw, por el contrario, me acababa estresando incluso, y no le encontraba la gracia por ninguna parte.

     Las primeras rondas son bastante sencillotas, ya que las cartas Kitty de nivel I están para calentar los motores. A pesar de ello, hasta estas se me daban mal de narices y acabo perdiendo siempre T_T. A medida que avanza la partida van apareciendo las de nivel II y III, que complican en gran medida el juego. Ya os podéis imaginar los estropicios que liaba yo llegados a este punto ajajaja. Lo que quiero llegar a expresar con este párrafo es que a quienes les guste el juego notarán un aumento de dificultad significante, provocando que se lo lleguen a tomar como un gran reto al que hay que afrontar; se hace evidente, por lo tanto, un gran sentimiento de la competitividad con este título. Para los que seáis mancos como yo siempre os podéis poner un cronómetro y jugar al juego de forma solitaria, montando la imagen de cada una de las cartas kitty que componen el título.

       El nivel estético del juego es precioso, todo sea dicho. La caja ya llama mucho la atención; es otro de esos títulos que le regalé a mi pareja por ser amante de los gatos. El material es agradable a la vista y al tacto, lo que hace que dé gusto jugarlo. Tampoco tiene que envidiar a otros títulos la calidad de los componentes; es duro, grueso, y sin duda aguantará muchas partidas. Sumadle a esto la forma de las fichas de gato, que son cúbicas, simulando a los gatos de diferentes razas metidos en cajas. A mí me recordaban a los 8-bits de los videojuegos antiguos...

       A nivel funcional el juego es perfectamente adaptable para jugarlo con cualquier número de jugadores. Obviamente saboreándolo con cuatro participantes es mejor que con dos, puesto que hay mucho más caos y competitividad entre todos. En conclusión, un juego que si os ha gustado su mecánica, explicada anteriormente, no os decepcionaría, pero del que deberías huir si los Party-Game ya de por sí se os dan mal de narices. Si lo queréis por coleccionismo bienvenido sea, que es una bonita joya para estar en las estanterías ^_^.




¿Listos para comenzar la locura de apilar gatitos?

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